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La lumbalgia, algo más que un simple dolor

“Según la sociedad Peruana de Salud Ocupacional más de un millón de personas en el Perú sufre de lumbalgia”

La Lumbalgia es el dolor localizado en la parte baja de la espalda, específicamente donde se encuentra las vértebras lumbares. El dolor siempre limita, y algunas personas afectadas realizan menos movimientos y una mayor inactividad física que provocan una serie de cambios neurológicos y fisiológicos en la columna vertebral. Estos cambios incluyen debilidad muscular, acortamiento de músculos y  tejido conectivo y algunas posturas viciosas. Esta limitación de los movimientos y de la actividad es en parte voluntaria debido a que las personas afectadas, tanto de forma consciente como inconsciente, limitan las actividades que producen lumbalgia o evitan estas actividades por miedo a que se pueda producir dolor o daño.

El efecto beneficioso que tiene el ejercicio a la hora de reducir la intensidad del dolor de la lumbalgia queda de manifiesto en multitud de estudios científicos, en todos estos estudios resulta interesante observar que aquellos en los que se observa una mayor reducción del dolor son los que se realizaron durante un mayor número de semanas, habiendo mejorías del 60% para programas de entrenamiento. Uno de los problemas que pudiera tener el ejercicio sería la aparición de dolor a las 24-48 horas de realizar el ejercicio, lo cual sería solamente porque acondicionando al ejercicio y no una exacerbación del proceso. Esto podría llevar al paciente al error de pensar que el ejercicio más que beneficioso resulta perjudicial, lo cual como fisioterapeutas debemos manejar.

En cuanto al tipo de ejercicios a realizar, estos deben tener una combinación de ejercicios de fortalecimiento, de flexibilidad y ejercicios aeróbicos (de nivel moderado). Algo que resulta de suma importancia es que los ejercicios a realizar deben ser supervisados por una persona capacitada ya que se ha comprobado que esto se asocia a un mantenimiento de los beneficios obtenidos en los pacientes. Y no sólo eso, sino que además, la supervisión del entrenamiento permiten a la persona encargada de esta tarea ajustar el programa de rehabilitación a los progresos que se produzcan en el paciente.

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