Las bolas de masaje, están indicadas para relajar el tejido muscular contracturado, en zonas donde no pueden penetrar elementos mas grandes como por ejemplo un Foam Roller, adaptandose a diferente zonas del cuerpo y según la comodidad del usuario. Las bolas de lacrosse son muy firmes y están hechas de caucho natural.
Importancia y efectos del masaje con pelota Lacrosse
Realizar la técnica de masaje , va a generar liberación de sustancias como la histamina, lo que autolimitará el proceso de inflamación, además, mediante la estimulación de receptores nerviosos se activarán mecanismos de inhibición del dolor.
Cómo realizar el masaje con pelota Lacrosse
Para realizar este masaje es necesario palpar previamente los músculos de la zona a tratar, ya que cuanto más analítico sea el masaje mayor beneficio terapéutico vamos a obtener de él. Para ello vamos a deslizar la pelota por el músculo o músculos a tratar.
Al realizar el masaje debemos tener siempre presente esta premisa: no presionar los salientes óseos.
Ejemplos de aplicación:
• Apoya la mano sobre una pared o silla. Coloca la pelota bajo el arco de tu pie, manteniendo el talón en el suelo y permite que tu peso corporal se hunda.
• Rueda su pie de lado a lado, permitiendo que la pelota cruce el arco. Continúa con este movimiento durante uno o dos minutos.
• Luego rueda la pelota a lo largo de tu pie, moviéndola desde el talón hasta el dedo. Continúa con este movimiento durante uno o dos minutos. A continuación, repite ambos movimientos (a lo largo y a lo largo) usando el otro pie.
• Siéntate en el suelo y coloca dos pelotas en el exterior de tu muslo. Dobla lentamente y endereza tu rodilla 20 veces.
• Luego mueve el muslo de un lado a lado, permitiendo que la pelota se mueva a través del lado de tu muslo. Realiza el movimiento durante un total de dos minutos. Repite con el otro lado.
• Acuéstate en el suelo y coloca una pelota en el lado de la cadera, apoyándote en la pelota.
• Luego haz círculos lentos con la cadera y la pierna mientras descansas sobre la pelota, dando vueltas 12 veces en cada dirección. Repite en el otro lado.
• Coloca dos pelotas en el arco de la columna vertebral, entre tu parte inferior y tus costillas, acostado encima de ellos. Mantén la respiración profunda, cambiando su pelvis de lado a lado, permitiendo que las bolas atraviesen toda tu espalda baja. Para evitar que las bolas se muevan, colócalas en una media o un calcetín.
• En las zonas donde sientas más tensas, mueve las bolas más lentamente, elevando la presión en la columna vertebral, para que no sienta las bolas contra los huesos. Repite durante un total de cinco minutos.
• Acuéstate y coloca dos bolas al lado de uno de los lados de la parte superior de tu espalda. Luego entrelaza tus manos detrás de su cabeza, levantando tu cabeza del suelo, llevando tu barbilla hacia tu pecho. Mantén tu parte inferior levantada del piso y tomar tres respiraciones profundas.
• Con una respiración constante, haz rodar las bolas como un rollo de arriba a abajo en la parte superior de la espalda durante tres o cuatro minutos.
• Acuéstate en el suelo y coloca una pelota detrás del omoplato. Mueve tu hombro en todas las direcciones durante tres minutos en cada lado.
• Coloca dos pelotas una al lado de la otra debajo de la base del cráneo. Puedes poner las pelotas en una media o calcetín para un apoyo adicional. Respira mientras descansas un minuto.
• Asiente suavemente con la cabeza, permitiendo que la pelota se acople en la parte posterior del cuello. Mantén durante 1 minuto. Luego gira la cabeza de un lado a otro, como si dijeras ‘no’. Continúe durante un minuto.
• Gira la cabeza hacia un lado, permanece allí y asienta con la cabeza varias veces. Gira la cabeza en la dirección opuesta, asintiendo nuevamente. Alterna de ida y vuelta durante uno o dos minutos.