En esta ocasión hablaremos de las infiltraciones, estas viene a ser una opción terapéutica en la que consiste en la administración local de fármacos por punción o inyección en partes blandas y articulaciones. Son técnicas invasivas utilizadas frecuentemente en diferentes patologías del sistema músculoesquelético con el propósito de conseguir solo efectos analgésicos y antiinflamatorios.
Los principios activos más utilizados son: Anestésicos locales que producen un alivio inmediato del dolor, como lidocaína. Se pueden usar solos o en combinación con corticosteroides ejerciendo un efecto combinado analgésico inmediato del dolor local y un efecto terapéutico de mayor duración.
Hay que tener en cuenta que para realizar una infiltración tiene que haber un diagnóstico claro de la lesión y una justificación del tratamiento, y que quien te realice este procedimiento sea un médico especialista, además debes conocer la técnica de aplicación, los efectos indeseables del fármaco y las contraindicaciones entre una de ellas es que los corticoides debilitan y fragilizan el tendón, de tal forma que un tendón infiltrado es menos resistente a los esfuerzos, eso quiere decir en otras palabras que puede romperse con facilidad, sobre los huesos, los corticoides inhiben la fijación del calcio, además de que el hecho de anular el dolor en una lesión no va resolver el problema las infiltraciones no se debería considerar como tratamiento de primera elección, se debe administrar cuando han fracasado las terapias más conservadoras.
Hay que aclarar y dejar en claro una vez más que las infiltraciones solo disminuirá el dolor y bajara la inflamación mas no mejorara la lesión en sí, una lesión aleatoriamente traen consigo disminución de rangos articulares, disminución de fuerza, problemas de propiocepción entre otras consecuencias; eso es algo que las infiltraciones no solucionaran y que nosotros como fisioterapeutas abordamos en nuestros paciente de acuerdo a la patología.