“Un mal silencioso que debemos prevenir en estos tiempos”
El anuncio de la inminente llegada de la Segunda Ola de contagios y las restricciones impuestas por el gobierno, hacen de esta pandemia una especie de pesadilla que está lejos de terminar y nos mantiene en un estado de alerta constante lo que perjudica nuestra salud mental.
En un artículo publicado por el diario español El País titulado reducir la fatiga pandémica explican el impacto de la pandemia en nuestro cuerpo y principalmente en el sistema nervioso, lo cual hace que uno de los principales sentimientos que experimentamos es la incertidumbre, lo que a su vez nos genera ansiedad y depresión porque estamos vigilantes a no contagiarnos y al futuro incierto que enfrentamos.
Algunos estudios realizados por la OMS, Estados Unidos y otros países dan constancia de este padecimiento en muchas personas, por tal motivo si usted, algún familiar o amigo han experimentado o están pasando por un cuadro de ansiedad o depresión no dude en seguir estas recomendaciones:
Normalice lo que siente
Es normal que podamos sentirnos tristes o estresados y no dar nuestro esfuerzo al 100% puede hacernos sentir culpables, así que es importante no pelearnos con lo que nos ocurre.
El bienestar debe ser una prioridad
Del mismo modo que cuidamos de nuestro bienestar físico debemos hacerlo con nuestra salud mental, la nueva realidad nos obliga a vivir el ahora y el aquí. Consideremos las cosas que dependen de nosotros y las que no, buscando acciones que nos ayuden a aprovechar nuestro tiempo y a relajarnos.
El autocuidado físico es más importante que nunca
Tanto en los meses de verano o invierno busquemos rutinas de ejercicios, procuremos llevar una dieta saludable y tratemos de pasear diariamente para tomar algo de sol, que es una de las fuentes más importantes de vitamina D.
Necesitamos un descanso psicológico
Desconectarnos por un día de las redes sociales, saltarse los noticieros y programas que nos agotan o enfadan; puede ayudarnos a reducir el desgaste emocional que venimos enfrentando. También podemos evitar conversaciones relacionadas con la COVID-19.
Por tal motivo, debemos contrarrestar esta fatiga, porque está en nosotros el recargarnos de energía positiva mediante actividades que nos entretengan y nos despejen de la situación en un amplio aspecto, sin dejar también de seguir las medidas de higiene que debemos tener presente siempre. Mantengamos el optimismo y visoremos un futuro de calma y paz para nosotros y nuestros seres queridos.
